martes, 8 de mayo de 2012

Ejemplos de mitos (cosmogonico, teogenico y antropogonioco.)

Cuatro reyes
  Mito cosmogonico
En el principio, todo nuestro mundo era un vasto erial perdido en medio de la nada. En ese lugar, la tierra no era tierra, el aire no era aire y la existencia ni siquiera podía ser imaginada. Nada iluminaba ese lugar excepto una piedra: pequeña como y más brillante que el sol del mediodía. Esa piedra se encontraba en el centro del erial y éste giraba alrededor de ella. Largos años se sucedieron sin que nada ocurriera, sin que nada pudiera aportar vida a ese lugar.

Entonces apareció

Su origen y su sustancia son inciertos; su forma y tamaño no pueden ser descritos. Pero tenía una conciencia. Fue la única alma que existió en el erial.

Aquél que luego fue llamado "el Ser" contempló el vacío que conformaba ese lugar y se sintió triste, hasta que vio un resplandor en el horizonte. Se acercó, atraído con la misma fuerza que mueve a los amantes, a la gema y, cuando la tocó, sintió los latidos de su propia existencia. Y fue en ese glorioso momento que comprendió cuál era su labor.

En el momento que partió en dos la piedra, tras haber hecho un esfuerzo titánico, una explosión de luz y energía inundó el erial. El "Ser" se fundió con toda esa energía y, aprovechando el poco tiempo que tenía, inició su obra. Primero, cogió todo el erial en sus manos y lo modeló hasta que tuvo la forma de una esfera. Después la impregnó con su aliento. Así creó el cielo. Luego cogió los dos fragmentos de la gema y los suspendió alrededor de la esfera. Uno lo calentó; el otro lo enfrió. Así se crearon el sol y la luna. Durante esta parte el "Ser" se emocionó por el gran esfuerzo que estaba haciendo y lloró espesas lágrimas que cayeron en la esfera. Cuando las gotas se mezclaron con la esfera, la tierra finalmente fue tierra y el agua pudo fluir libremente.
Entonces el "Ser" quiso embellecer su obra y distribuyó el agua y la tierra en cinco secciones, creando así los paisajes que conocemos hoy en día: a la fracción más montañosa y afilada, que tenía bellas cordilleras y acantilados, la bendijo con el nombre de "Kelgor". A la parte más llana y seca la llamó "Hinos". A la sección donde cayó la primera gota, donde la tierra se volvió húmeda y tierna, la nombró "Saurys". En otra sección dio rienda suelta a su imaginación y creó formas extrañas y complejas. A esa la llamó "Feth". Finalmente, reservó una parcela que dotó con formas sagradas y divinas, pues quería que ésa fuera su descanso. Y ésa surgió con el nombre de "Modan".
Así se formaron los 5 continentes donde vivimos y morimos.

Después de moldear cada una de las secciones, el “Ser” bajó a la superficie de la esfera y paseó por los parajes que había creado. Largos años estuvo disfrutando de la belleza de las regiones, de cada milímetro y cada diminuto rincón. Se sentía maravillado, pero luego empezó a sentirse frustrado. ¿Cómo iba a ser ésa una gran obra, la mejor de todas, si no había nadie más para contemplarla? Entonces creyó que necesitaba crear seres inferiores que compartieran con él su gozo. Cogió polvo y agua y moldeó unos seres que pudieran pasear por toda la esfera: a unos los diseñó para que pudieran bucear por todos los grandes lagos y lagunas, a otros les dio alas para que vislumbraran desde el aire los contornos y los paisajes de la esfera y a los últimos les dio patas para que pudieran correr por todas sus extensiones. A todos y cada uno de ellos les brindó de un poco de su e
nergía. De esta manera se crearon los animales.

El “Ser” se sintió satisfecho de ver y oír el movimiento y el ruido de estos animales. Pero vio que estos seres eran muy simples y que, aunque ya no se sentía solo, había algo que seguía carcomiendo su corazón. Si estos animales también disfrutaban de la creación como el “Ser”, ¿por qué no lo expresaban? ¿Por qué se limitaban a rebuznar, a graznar o incluso a callarse ante tal majestuosidad? Los animales no eran los discípulos que buscaba. Entonces decidió crear otros seres inferiores a los que otorgaría el poder de la imaginación y la capacidad de crear e inventar nuevas obras, de manera parecida a lo que había hecho. Pero en ese momento ocurrió algo terrible.

Mientras el “Ser” preparaba los elementos y la fuerza con la que darían vida a sus nuevas figuras, un rayo de maldad pura surgió de la nada, atraído por la fuerza del “Ser”. Esta ola de oscuridad fue a impactarse, con toda la perversidad que podía existir, contra el gran artífice. El “Ser”, conmocionado por el golpe, salió despedido y cayó en la región de “Modan”, abriendo un agujero que se extiende hasta lo más profundo de su obra. La explosión que causó el rayo al chocarse fue tal que toda la energía que se hallaba en el interior de su espíritu se desperdigó por toda la esfera, junto con el polvo y el agua que se habían reunido para llevar a cabo el último proyecto.

Y así surgió el hombre.
Los dioses y las brujas reales.
  Mito teogenico:
Las brujas reales toman diferentes posiciones respecto a los dioses, algunas honran a las diosas y otras a la sociedad entre dioses y diosas.
La diosa se encuentra en tres formas, soltera, madre y vieja, en tanto el dios se ve como dios de los bosques, y señor de muerte y resurrección.

Los Genios.
  Mito Antropogónico
Son una especie animal, pero no imprescindiblemente malignos, pero suelen ser bromistas y embaucadores.
Los genios pueden ser invisibles o de formas cambiantes, pueden ser animales, o mujeres hermosas que suceden a los hombres para quitarles la energía similares a los súcubos.

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